La pequeña mujer que viene a limpiar desde mis inicios como feto.
-Debe tener la colección de pañuelos -para cabeza- más grande del mundo.
-Nunca sabe donde van las cosas: "Hay que llamar a Azu para ver donde lo guardó.."
-Infaltable su Yogs descremado con cereales a las cinco de la tarde.
-Cada vez que le hablás mueve la boca al compás de tus palabras. Es como presenciar un cosplay de vos mismo.
-Siempre irrumpiendo (de metida nomá) en conversaciones ajenas con la misma frase: "¿Qué pasa mijo?". La distinción de sexos es inexistente.
-Siempre rompe/mancha algo.
Pero trata a mis cactus como Lucien a las verduras. Y la re banco.
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