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martes, 2 de enero de 2018

jueves, 23 de noviembre de 2017

Qué fácil callar, ser serena y objetiva con los seres que no me interesan verdaderamente, a cuyo amor o amistad no aspiro. Soy entonces calma, cautelosa, perfecta dueña de mí misma. Pero con los poquísimos seres que me interesan… Allí está la cuestión absurda: soy una convulsión.

- Alejandra Pizarnik

sábado, 30 de marzo de 2013

Has construido tu casa 
has emplumado tus pájaros 
has golpeado al viento 
con tus propios huesos 
has terminado sola 
lo que nadie comenzó. 

martes, 25 de diciembre de 2012

Las condesas sangrientas

Y es el día de hoy que no me atrevo a releer los diarios de Alejandra o Sylvia. Todo lo requiere, pero tengo miedo. Tengo miedo de retomar mi propio diario. Tengo miedo de dar lugar a que viejas sombras renazcan, y no quiero un ave fénix lleno de ceniza. 
Y eso me cuesta. Y me duele.

domingo, 21 de agosto de 2011

Sin palabras

AQUÍ ALEJANDRA

Bicho aquí,
aquí contra esto,
pegada a las palabras
    te reclamo.

Ya es la noche, vení,
no hay nadie en casa

salvo que ya están todas
como vos, como ves,
intercesoras,

llueve en la rue de l'Eperon
y Janis Joplin.

Alejandra, mi bicho,
vení a estas líneas, a este papel de arroz
dale abad a la zorra,
a este fieltro que juega con tu pelo
(Amabas, esas cosas nimias
aboli bibelot d'inanité sonore

    las gomas y los sobres
    una papelería de juguete
    el estuche de lápices
    los cuadernos rayados)

Vení, quedate.
tomá este trago, llueve,
te mojarás en la rue Dauphine,
no hay nadie en los cafés repletos,
no te miento, no hay nadie.

Ya sé, es difícil,
es tan difícil encontrarse

    este vaso es difícil,
    este fósforo,

y no te gusta verme en lo que es mío,
en mi ropa en mis libros
y no te gusta esta predilección
por Gerry Mulligan,

quisieras insultarme sin que duela
decir cómo estás vivo, cómo
se puede estar cuando no hay nada
más que la niebla de los cigarrillos,
como vivís, de qué manera
abrís los ojos cada día

    No puede ser, decís, no puede ser.

Bicho, de acuerdo,
vaya si sé pero es así, Alejandra,
acurrucate aquí, bebé conmigo,
mirá, las he llamado,
vendrán seguro las intercesoras,
el party para vos, la fiesta entera,

    Erszebet,
    Karen Blixen

ya van cayendo, saben
que es nuestra noche, con el pelo mojado
suben los cuatro pisos, y las viejas
de los departamentos las espían

    Leonora Carrington,
    Unica Zürn con un murciélago
    Clarice Lispector, agua viva,

burbujas deslizándose desnudas
frotándose a la luz, Remedios Varo
con un reloj de arena donde se agita un láser
y la chica uruguaya que fue buena con vos
sin que jamás supieras
su verdadero nombre,

qué rejunta, qué húmedo ajedrez,
qué maison close de telarañas, de Thelonius
que larga hermosa puede ser la noche
con vos y Joni Mitchell
con vos y Hélène Martin
    con las intercesoras

animula    el tabaco
vagula     Anaïs Nin
blandula    vodka tónic

No te vayas, ausente, no te vayas,
jugaremos, verás, ya están llegando
con Ezra Pound y marihuana
con los sobres de sopa y un pescado
que sobrenadará olvidado, eso es seguro,
en un palangana con esponjas
entre supositorios y jamás contestados
  telegramas.

Olga es un árbol de humo, cómo fuma
esa morocha herida de petreles
    y Natalia Ginzburg, que desteje
    el ramo de gladiolos que no trajo.

¿Ves bicho? Así. Tan bien y ya. El scotch,
Max Roach, Silvina Ocampo,
alguien en la cocina hace café

    su culebra contando
    dos terrones   un beso
    Léo Ferré

No pienses más en las ventanas
el detrás        el afuera


Llueve en Rangoon--

              Y qué.

Aquí los juegos. El murmullo

    (Consonantes de pájaro
    vocales de heliotropo)

Aquí, bichito. Quieta. No hay ventanas ni afuera
y no llueve en Rangoon. Aquí los juegos.



Homenaje a Alejandra Pizarnik, por Julio Cortázar.
Me sorprende no haberlo leído nunca. Las sutiles coincidencias. Gracias a mi amiga, quien me lo mostró. Gracias.

sábado, 20 de agosto de 2011

Aún no rechazo íntegramente al mundo. Aún me aferro a los engaños gastadores de ilusiones fantásticas. Aún sopla en mí la optimista esperanza de hallar el puente transitable entre los límites y el infinito.

Alejandra Pizarnik, Diarios

martes, 31 de mayo de 2011

L'obscurité des eaux

Escucho resonar el agua que cae en mi sueño.
Las palabras caen como el agua yo caigo.
Dibujo en mis ojos la forma de mis ojos,
nado en mis aguas, me digo mis silencios.
Toda la noche espero que mi lenguaje logre configurarme.
Y pienso en el viento que viene a mí, permanece en mí.
Toda la noche he caminado bajo la lluvia desconocida.
A mí me han dado un silencio pleno de formas y visiones (dices).
Y corres desolada como el único pájaro en el viento.





Alejandra Pizarnik, te amo.