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jueves, 12 de octubre de 2017

De cuando Wes Anderson escuchó K-pop

Al fin tengo un "cuaderno de notas", uno real. Sí, un cuaderno donde escribo notas. Donde anoto. Donde escribo cosas que surgen así porque sí, sin mucha historia. Sin ningún hilo conductor - sí con fecha (ooops, OCD) Digo al fin, porque siempre tuve todo un issue con lo stationary y en esa área en particular no puedo controlar mi inner consumer. Hasta ahora, este cuadernito ha sido testigo de muchos sucesos y diferentes aventuras psicológicas de este año. Kool. Después de un tiempito (¡mala Cami, mala! Dijiste que no ibas a panchear) lo abro de nuevo para anotar sobre la serie que me acabo de devorar: Hello, my twenties! Plis, plis, plis. Nunca lo hubiese creído siendo coreana. My girly girl floreció nuevamente. Tiene todos los condimentos que me copan y es estéticamente bella. Increíble guión (obviamente que escrito por una colega fémina llamada Park Yeon-seon) Femeneidad. Rosa. Cositas lindas. Amor. Drama. Absurdo. Girly Stuff. Girly Issues. Mucha instrospección, que fue lo que me dio vuelta. Y para nada irritante, posta. Suspension of disbelief mode on porque se merece una chance.

Y además, anotar los sueños muy extraños y vívidos que tuve este último tiempo, con personas reales aunque vagas a mi entorno. Quiero anotarlos para cuando mi terapeuta vuelva de Barcelona los analicemos juntas.


(Como que esa frase sonó muy snob)

Pero sí, otra vez, un rato de suspension of disbelief ayuda a entender muchas cosas.
Que sea mi nuevo mantra.


domingo, 30 de julio de 2017

Encru-sentada

Emociones encontradas después de caer en la cuenta de que pasé todo un día sentada en el sillón enfrentada a Netflix.
- Todo el día en el sillón.
- Pero es que hay muchas cosas interesantes para ver.
- Pero todo el día. Y el morfi, mamita.
- Pero muy interesantes. No sólo docus, sino series que abordan temas atemporales que conciernen a la humanidad.
- .. Saliste al afuera dos veces en el día.
- Pero es que lo comparto con mi mamá y mis hermanas. Me río mucho mientras aprendo mucho.
- Pero todo el día. Sillón. Netflix. Piernas entumecidas. Panza con levadura. Culo adormecido. Los pozos de la celulitis ya tienen nombre y fecha de creación.
- Pero estoy con gente que quiero. Y me quieren. Y me río mucho. También me enojo, obvio, pero me río mucho.
- .. Y no fue sólo hoy, fueron todas las vacaciones.
- Y la acumulación residual del morfi en depósitos de pus en la cara. Y los pelos que podés elegir como escarbadientes a lo largo de todo tu cuerpo.
- Bueno, pero comparto. Y escucho. Y me río. Y me solicitan. Y pido. Y jodo. Y me río.
- Y todo parado por otro lado.

- Pero no me río sino. Y fumo mucho sino. Y bruxo mucho sino. Y me agarran palpitaciones y me lastimo los padrastros (los lados de la uña, sólo en los dedos pulgares de la mano)

Mientras tanto,
de fondo se escucha programa de turismo de muy bajo presupuesto,
otras teclas de otros teclados de otras compus son también presionadas,
un celular, que no es el mío, emite sonidos desde un sillón poniendo de manifiesto el uso de alguna red social,
y la casi-imparcial-pero-consciente pasividad de mis impulsos en contra del sistema se evidencia en el gasto desmedido de energía que connota que estoy compartiendo un poquito de vida con personas que me hacen bien,


sí.

jueves, 30 de junio de 2011

Skinned

La versión estadounidense es patética. Sobreactuada. Malísimas las caracterizaciones de los personajes. Una mierda.



Larga vida a Skins UK.
Y a Cassie y Sid.
Y a Chris y Jal.
Y a Effy y Freddie.