Qué extraño todo. Siento que sigo siendo la misma, que soy yo. YO SOY. Pero la vez siento que no me conozco nada. Pensando demasiado, me di cuenta de que todo lo que siempre quise es una mentira - y lo es. El tema es saber como pude haberme mentido tanto tiempo. Haber creido todas esas patrañas: porque tenía la esperanza... Porque lo que estaba mal era mi definición/concepto de "{exito y felicidad": o sea, estabilidad y dinero. Era eso. Mis elecciones se basaron en eso. Pero estoy anonadada por el hecho de que nunca me lo pregunté a consciencia: ¿es ESTO lo que quiero? ¿ESTO me acerca a donde quiero estar? Obviamente que éxito y felicidad estaban en la respuesta, sí, pero eran sólo las mayúsculas. Desde un principio arranqué mal - aunque ahora pienso que tal vez no em conocía lo suficiente. Imagino mi auto-percepción (en ese momento) como una obra impresionista: podía ver la gran imagen pero no las pinceladas; o como esas imágenes urban pop que se forman con imágenes más pequeñas: no podía verlas. Ahora no puedo verlas todas -y creo que de eso se trata la búsqueda y la vida misma- pero pude agudizar la vista y sé con certeza de que sí hay imágenes más pequeñas y de que es me es menester verlas con detenimiento y meticulosidad.
Ahora, en búsqueda de esa estabilidad y ese dinero, me negué a incursionar en las cosas que sí disfrutaba porque me creía
tan capaz de poder hacer cualquier cosa - hasta lo que no me gustaba. Esa habilidad calificaba como
virtud en mi cabecita
; era sino de inteligencia. Y obvio que yo era inteligente, en esos términos. Pero siempre huno factores propios equívocos y, por supuesto, "externos" (bajo montones de comillas) que me impedían seguir. Que me hacían arremeter a la ligera, porque debía. Que me volvían inconstante. Que me impedían la hazaña del vox populi de los academicismos. Empezaba y dejaba. Siempre había de qué quejarse. Es más, sigo en duda si Artes Audiovisuales no me gustó o si la verdad es que me asusté hasta el tuje. Pienso que me gustaría volver y pegarme un par de cachetazos. Con fuerza.
Hoy soy consciente de que lo mío es el arte. No hay con qué darle. No puedo flexibilizar eso. No porque no quiera, simplemente no puedo. Es lo que soy.
De que no puedo academizarme cómo unico recurso, sí como un placer.
De que no me banco laburar todo el día, y menos sola.
De que me encanta el contacto mano a mano con la gente (experiencias previas, especialmente de moza) y que valoren el laburo hecho con esmero - así sea llevar un plato a la mesa en tiempo y forma. Y el buen trato (que es algo a destacar; porque a diferencia de lo que creía, la gente sí se da cuenta, y responde en consecuencia)
De que, por eso mismo, me encanta enseñar - enseñar inglés, más que nada, supongo. Porque es más esquemático.
De que todo lo de Health Coaching es una mentira. Sí como estilo de vida propio, aprendí mucho más. Porque si uno no es feliz, no significa nada. Y lo mismo para con esa careta rutinaria que me monté para estar ocupada, para llenar vacíos. Y Health Coaching fue lo mismo: fue reversionar mi conflicto con la comida. Eso de los horarios, las tareas, los compromisos, las rutinas... qué mentira. En su momento, estas cosas me hicieron creer que eran lo mío. Pero ahora supongo que fue así simplemente porque era nuevo. Había mucha info para emprender. Estaba rotulado como para ser parte de los conceptos sociales hoy. Tenía todo lo necesario para dejar de ser una simple preferencia o estilo de vida para ser una "profesión o carrera". Y ya había pensado demasiado, Y estaba agotada de luchar contra la corriente. Estaba agotada de sentir que algo en mí estaba mal, que no podría adaptarme nunca más. Y esto me vino como anillo al dedo. Todo cerraba.
De que no me quiero como pesé,. Sólo quiero a mi cerebro.
De que la comida sigue siendo estrella principal - de que me da pánico modificar mi figura, "e
ngordar y ser fea" otra vez.
De que por lo anterior soy muy púbermente idiota e inmadura todavía, de que me falta mucho por recorrer - porque pongo esta cuestión junto a otras que sí son importantes.
De que no me conozco tan bien como pensaba porque tuve que aceptar que me aburre un poco estar conmigo y que - en el fondo, a pesar d como considerarme positivamente solitaria- no me gusta y tiendo a ser autodestructiva cuando es mi única opción.
De que puedo negarme pero no demonizar el café , el chocolate o el cigarrro. Los amo demasiado y me definen.
De que me cuesta un poco mucho dejar que me quieran.
De que soy adicta a aparender. A incursionar. A conocer. De que tengo las cosas menos en claro que antes. y me cuesta el doble ponerlas en blanco.
De que mi vida es todo lo contrario a lo que hubiese soñado.
De que lo que sueño es completamente distinto a lo que hubiese pensado.
VIAJAR MÁS ARTE.
Dos pilares certeros de
lo que soy.
Ya no puedo escaparles,
no puedo ignorarles.
Al contrario, tengo que obedecerles. Por eso
porque así se yerguen
-con qué darle-
dos pilares.