sábado, 8 de octubre de 2011

Fiebre de sábado por la noche

Literalmente.
Conste que me la banqué toda la cena.
Acompañándome por un AGH-té-AGH.
En la disyuntiva de leer o mirar una película. Sí, tengo que hacer tiempo; es más fuerte que yo. No puedo acostarme. Desperdicio horas. Aunque tenga los ojos como tetas en compota y la temperatura como para freir un huevo con la frente.
Con los dedos forrados en Band-Aids de Hello Kitty.
Empecé escuchando Radiohead. Pero no. No. Demasiado existencialismo para estas horas y en estas condiciones. Cerati, definitivamente.
Y esta tarde soñé con este lugar:

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