Encuentro. Piedad, indiferencia, admiración. La voz íntima, la más interna pide y gime un arreglo de los sentidos.
Buscar continuidad. Fortaleza psíquica.
Nadie piensa y se retuerce tanto como yo, y no obstante, balbuceo penosamente. Es un hecho mental. No puedes con el lenguaje. El lenguaje no puede por ti. Estoy anómalamente fragmentada. Por eso mis pequeños escritos. Mis oscuros garabatos.
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