El adormecimiento viene acompañado de un le royale folie à deux. Me pregunto si quiero hacer terapia. Me confieso que creo que debería hacer terapia.
Siempre pienso que si tuviese la egotitis aguda que tiene el resto de los mortales entonces encajaría en su mediocre necesidad de compartir todo, pero la autorreferencia me parece la forma más mediocre de soberbia. And those are the perks of being a wallflower... I think.
La possibilité d'une île se convierte en certitude. Un poco de neurosis, un poco de mi madre, mucho de get-me-away-from-here-I’m-dying. Pensar en irme me reconforta tanto como esos 15 minutos antes de entrar al agujero de condiciones infernales en el que trato de hacer mi vida. Ese es mi glorioso momento de gritos, lavar platos, intromisiones de hermanas con síndrome teen y madre con maternidad psicológica referente a un pobre gatito gris.
Tal vez debo dejar de buscar ese no-sé-qué, tal vez lo único que realmente me interesa en la vida es colgar dolorosamente mi cabeza a un lado de la cama y pensar en la sangre que drena y hará explotar mis neuronas.
Tal vez debo dejar de buscar ese no-sé-qué, tal vez lo único que realmente me interesa en la vida es colgar dolorosamente mi cabeza a un lado de la cama y pensar en la sangre que drena y hará explotar mis neuronas.
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