
jueves, 30 de noviembre de 2017
Ennio Morricone, haceme el soundtrack
Por primera vez estoy frente a las puertas de los primeros pasos hacia algo c o m p l e t a m e n t e nuevo. La primera vez frente a algo que, sin lugar a dudas, va a cambiarme la vida. No hay forma de salir ilesa de esta experiencia que se avecina, y que elegí muy conscientemente (aunque aún lo dudo jajaja): en dos meses me voy a Polonia. Y sin fecha de regreso.
Para resumir, el proyecto empezó con un voluntariado de 5 meses como school assistant. Más allá de los trámites específicos, comienzo a tramitar la siempre procrastinada ciudadanía italiana (gracias a mis abuelos) para, simplemente, dar la chance a tener alguna ayuda en lo que a burocracia más adelante - porque sabemos que estos trámites tardan.
Bueno, pues no, estaba equivocada. Y después de cuatro meses ya puedo gozar de los privilegios de tener ciudadanía y pasaporte italiano (y, por ende, de la Unión Europea) Esto me cambia el panorama, ya que me exime de cualquier límite, ya sea tiempo o de cualquier otra cosa que desee hacer estando allá. Parafraseando lo que he oído por ahí alguna vez: La verdadera libertad conlleva una gran responsabilidad, es por eso que nos asusta tanto. Y así es en mi caso.
Por un lado, estoy más que emocionada. Todo es una vorágine de emociones, casi hilarante. El sentir como que finalmente encontré la cerradura correspondiente a la llave que hace rato guardaba, pero que tampoco estaba segura de querer usar. Pero por otro lado, es un miedo terrible. No sólo de todo eso "nuevo" que no es más que un conjunto de hipótesis -porque aún no lo he experimentado en persona-, sino por esta decisión y esta gran responsabilidad de decir: Ya no hay nada que me ata, que me dicta que debo volver en tal momento, que tengo que hacer esto o aquello, o que no puedo, o que no tengo la edad, o que no soy idónea. Hoy tomé una decisión, sí tengo la edad, no tengo reparos legales y tengo todas las herramientas a mi disposición: si me quiero quedar, si quiero trabajar, si quiero seguir viajando.. todo eso no depende más que de mí. No puedo echar culpas ni hacer cargo a nadie de lo que pueda llegar a hacer.
Yo conmigo misma, más que nunca. Eso es lo que significa este viaje, este proyecto, y esta querida Polonia que, a pesar de no conocerla, ya la quiero por la promesa de acogerme.
La realidad es que pretendo llevar una especie de diario, bitácora, or whatever - y voy a intentarlo (más allá de que nadie me lea, JA)
Primera entrada viajera: checked. Doy por comenzada esta aventura.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
yo sacaría eso del final de que nadie te lee jaja.
ResponderEliminaraaa blda, la pucha, que hermoso eso. Tanto aroma a sueño y aventura que se asoma a la vuelta de la esquina.
Y que brote esa satisfacción de lograr lo propuesto no tiene nombre, cuantas emociones deben estar volando por ahí cerca! más allá de sacrificios u oportunidades que aparezcan, uno ve super lejanas esas cosas, pero es cuestión de investigar un poco y hasta las más atípicas oportunidades aparecen. (me estaba pasando algo similar con nueva zelanda, pero por "miedos" quedé a medio camino como un gil jaja, pero ya llegará el momento)
super genial che, que linda aventura te está guardando lugarcito. viajar, conocer, y poder encontrarse con tantos mundos adentro de otro. PERO K BESHEEEEEZA DIÓ
a tachar los días nomásssss!