fue a la mañana siguiente.
Como todas las mañanas, reviso el celular -no sé bien para qué igual- y me encuentro con un mensaje enviado a las 07:21 a.m. Catatonia. Al mister.
Al mister que me gusta pelear.
Al mister de las canciones.
Al mister de las amigas cerebro de smegma.
Al mister del sueño.
Al mister que me crucé una tardecita.
Al mister que no veo hace un mes.
En fin, al mister. *
(*)Y, horas después, el mister me respondió.
Patética, ilusa. Esta dependencia emocional.. por favor, que horror. Tristísimo.
esos mensajes nos cambian los objetivos
ResponderEliminarnos devuelven varios sentidos,
son ilusión
"importamos"
le importamos al que lo envió!
si si !
pero, en mi caso, esos mensajes encierran
mucha soledad
pero del que lo manda
y es tristísimo
porque no son mensajes de amor, son de soledad.